Como ya teníamos hambre, nos lavamos muy bien las manos y …
a comer.
Se fueron poniendo en fila por mesas y cada uno cogió su
bandeja llena de comida.
Todos fueron unos campeones, daba gusto verlos ya tan
mayores con sus bandejas dirigiéndose a su sitio y sin tirar nada de nada.
El
menú estuvo riquísimo: macarrones con salsa de tomate, filete de pollo empanado
con patatas fritas y yogur.
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