El día anterior tuvieron que repasar el vocabulario y hacer algún que otro ejercicio de escritura.
Llegaron nerviosos y con muchas ganas de hacerlo, era algo nuevo para ellos.
Separamos todas las mesas y se fueron sentando de forma que nadie podía copiar del otro.
Repartí lo exámenes del revés y a la voz de ya, todos le dieron la vuelta y pusieron su nombre y apellido.
Comenzaba el examen, yo les decía una palabra y ellos tenían que hacer un pequeño dibujo de ella y al lado escribir la palabra como a ellos les sonara.
Todo estaba en silencio y tenían un tiempo determinado para cada palabra.
Al finalizar, por la parte de detrás realizaron un dibujo alusivo a algo aprendido durante la semana, en esta ocasión dibujaron una ovejita.
Es una experiencia preciosa, muy enriquecedora y a la vez da mucha información de la evolución del alumnado.
Así que ya sabéis, a partir de ahora todos los viernes EXAMEN.
¡¡¡¡¡ Y no les queda nada !!!!
